destinos alejados.

Habíamos estado jugando a eso, que tanto nos divertía. Acercar los rostros hasta fijar la atención solo en los ojos. Me sentía flotar en un mar de informacion que radiaban tus pupilas, y sentiame pasar a tu siquis como por un hilillo invisible. Me parecia estar flotando en una marejada suave sobre un bote.Y cuando quería mojar mi mano en ese agua ondulante, tu interrumpias:

-¿Por que miras asi? y un ser invisible dentro de mi levantaba los ojos mirando al cielo como buscando de donde venía esa voz, (parecia venir del horizonte)

como así?

miras de una forma...

silencio. Ella buscaba las palabras. Y sus pupilas se movian en movimientos rapidísimos de derecha a izquierda, como buscando algo perdido.Y un ser dentro mio se afirmaba del bote para no caer a un vacío.

Estas como perdido. me decías.Que buscas? Necesitas algo.

Me tocaba la cara con sus dedos, y juntaba su frente con mi frente. Y un ser invisible dentro mio se recostaba en su embarcacion, porque estaba la noche dibujando estellas en el cielo.

Me gusta tu tristeza. - me murmuraba -Es tranquila y suave.

Recordé ese día en que me contabas que mirando mis ojos, parecia que notabas el horizonte maritimo y desde el cielo, un centenar de estrellas como suicidas lanzandose en el mar. Y en ese viaje imposible a esa vision tuya, que ibamos a realizar para ir en busca de esas estrellas varadas en la costa. Querías hacer un collar con ellas. Y yo prometi que lo hariamos.

Yo creo sabi que? interrumpia.

Tú no debiste nacer aqui, no sé...Yo te pondría en un planeta donde todos se dedican a pensar.

Asi como aqui se dedican todos a trabajar y comprar cosas. Tu estarias con una fortuna de pensamientos.

Y a donde esta ese lugar? te pregunte interesado.

No sé, respondía- pero yo te voy a cuidar aqui ya?

No tienes armas para defenderte del mundo. Inlcuso diria que no tienes armas.

Estas desarmado.

Donde consigo armas?

tal vez no las tengas que conseguir Manuel, y si despues no te reciben del mundo del cual viniste?silencio.

ojos, pestañas, ruidos de motores por la ciudad.

Besos, silencios.

Manuel. Si un día vuelves.
Te acordaras de mi?

aunque lleve armas filosas conmigo?

Yo creo que hoy te desarmé.- te contestaba.

Y ahora estoy sin armas tambien Manuel?
Si.

¿Y que hacemos?

Esperemos?
SI.
Y cayó la tarde, y no dijimos ni una sola palabra más.
Habíamos querído abandonar los huesos. Y el mundo parecía retarnos por ello. Habíamos saboreado un poco un gusto suprahumano. Una existencia altiva. Como una vision que se nos presentó unos segundos estando abrazados. Luego se disolvió. Y una voz nos recordó, que solo eramos, dos humanos que fijabamos los destinos en limites muy alejados.
Pero yo supe, estoy seguro que lo supe.
Alguien nos miraba con amor desde algun punto en el infinito. Como un padre que ve con gracía los primeros pasos de sus hijos.

Manuel.