Tuesday, December 27, 2005

Sueño


Caminando a pies descalzos
en un poco profundo río
salpicando al caminar
gotas de agua al viento
y jugando como niño
bajo el sol onirico en el cielo
y corriendo hacia al encuentro
idilico imposible
y volver a ser niño
en los brazos de mi madre
y reír mirando el cielo
mirar a través de sus cabellos
el mundo no dañino aún
y el viento jugetón
y algún barquito de jugete
navegando en las aguas
y luego despertar
sin barquito, sin madre
sin sol onirico en el cielo
sobreviviendo
en el mundo
sobreviviendo
quedarse amarrado

para
siempre
a
un sueño

asi debe ser
la eternidad.

Manuel.

Sunday, December 25, 2005

aunque siga brillando la luna


Así que nunca más pasearemos tan tarde de noche,
aunque el corazón siga enamorado,
y aunque siga brillando la luna.
Pues la espada gasta la vaina,
y el alma gasta el pecho,
y el corazón tiene que pararse a tomar aliento,
y el amor mismo ha de descansar.
Aunque la noche fue hecha para amar,
y el día vuelve demasiado pronto,
nunca más pasearemos a la luz de la luna.

Lord Byron

Saturday, December 24, 2005

Música




han pasado los siglos, y a tomado miles de formas, pero se mantiene igual a la vez. Nacio junto con el entendimiento humano, y es muy posible, que no desaparesca nunca del mundo, todo es mejor con ella, al menos a mi me ha forjado, y hay gente a la cual le ha cambiado la vida. de las pocas cosas que quedan en el mundo que no cambia, que no se destruye, sobrevive, transgrede el tiempo... música. Es invisible por eso es eterna. la más bella de las virtudes, la llevo en mis dedos, y en mi mente, pero nada indica que la llevo en mi, es una sorpresa, una bomba invisible que llevo conmigo siempre. callada oculta. Viva. Si tuviera que emprender un viaje al cual no pueda llevar ningun equipaje, no me preocuparia, ella iria conmigo siempre, porque esta dentro mio. es lo unico que se puede llevar el hombre al otro mundo. pues proviene del otro mundo.
soy músico.




Yo Soy


Yo gané la carrera de los millones de espermios.
Yo soy el fruto del amor de dos seres que se amaron, en el planeta predilecto del sol.
Todas las mañanas al abrir mis ojos, la naturaleza hace una fiesta alla afuera.
... Y no soy feliz.
Me gane el premio, vine al único mundo donde cantan los pájaros al atardecer. En millones de galaxias, no hay un mundo asi.
Soy el hijo de un milagro.
Yo mismo soy un milagro.
... Y no soy feliz.
La vida es un palacio inmenso, todo hecho para mi, y cuan bello es aquel que me dió el ser, que en todo momento se esmera por hacerme feliz. Y yo ingratamente, devuelvo el regalo, desdeño a mis semejantes, volviendo los ojos cuando los suyos buscan los mios, y el dia se transforma en una larga espera.
¿Que pesada carga llevo en mis hombros? que en todo momento me hace suspirar
¿Que motivo me hace fijarme en los detalles del camino, cuando todos van indiferentes a el?
he transformado en oro mis sentimientos, y ellos me han hecho llorar lagrimas doradas de amor, y con estas lagrimas, he labrado esculturas para conquistar el alma de alguna semejante a quien amar, pero con cuanto dolor he descubierto, que mis preciosas esculturas, son invisibles a los demás.
¡que dificil es vivir sin ser malvado en este mundo!
En mi alma no hay atisbo de suciedad. Y lloro por eso, estoy en un fantastico palacio.
Yo y la soledad.
Y asi voy por el mundo, imaginando ideales. Para luego terminar con mi alma en el suelo, toda rota en millones de fragmentos, que luego solo y en silencio, debo volver a reunir.
Tal es mi existencia, y asi son mis días, en este inmenso mundo, donde voy como turista perdido. Mirando... tratando de encontrar el camino, hablando un lenguaje que no entienden.
Me se distinto al resto, y como un niño perdido, que corre llorando por la ciudad; grito y nadie me oye, lloro y nadie acude a consolarme.
He dicho que no soy feliz, pero no es tan cierto. en un rincon oculto de mi alma, hay un tierno rincon, donde solo yo se llegar, y donde he dejado abierta la puerta, por si algun dia alguien se decide a entrar... Hay allí un jardín de rosas. y un camino que se abre paso, y va directo al mundo del cual vine. Y desde allí estiro mi mano, a quien me la quiera tomar, para viajar juntos a mi amada Eternidad.

Monday, November 28, 2005


Una estacion hacia todos lo años del tiempo



No hubiera querido encontrarme nunca con esa estación, habíamos estado caminando, hace mucho, y sin embargo apenas había comenzado el trayecto. Pero todos estamos propensos a encontrarnos con una estación en el camino... tarde o temprano tenía que ocurrir, aunque hubiera dado cualquier cosa, por no habernos encontrado nunca en esa situación. El camino había parecido largo, pero ante la aparición de esa sucia edificación, nos pareció que apenas habíamos dado un paso, todo lo anterior se desintegró en un minuto, y un año se volvió una fracción de segundo. La infancia y la juventud, pasaron como un destello de luz. Como suele ser la felicidad.Vi el rostro de mi hermana y ella vio el mío, nos dijimos algo sin pronunciar una sola palabra. Estábamos caminando, nunca uno se detiene en este camino. Uno siempre esta caminando, aún cuando uno cree estar quieto, uno avanza por el camino, o el camino avanza bajo nuestros pies, como una escalera mecánica, y hay que moverse, hay que caminar, caminar...No me importa.El camino se llama tiempo, y ella se llamaba Paulina, y Paulina tiene todos los años, todos los años del tiempo.No vi una gota de miedo en su cara. Yo creo que en mi rostro si tiene que haber estado la presencia del miedo, y ella parecía reprenderme por tener miedo. Estabamos juntos, lo demás no importaba. Ni si quiera la apestosa estación con sus inmensas sombras. Se abrió el portón, una puerta gigantesca gimió abriéndonos el paso. Entramos, caminando por una antesala, iluminada apenas por un foco parpadeante, el suelo estaba sembrado de pelos de perro, horrendos pelos retorcidos, como si una jauría de perros hubiera vivido diez años hacinados en aquel lugar...De pronto descubrí con asco, como el suelo estaba repleto de horribles fecas de perro... y las murallas estaban cubiertas de pelos y horribles manchas, y todo era oscuro, hediondo, y frio. Esa estación tiene que haber estado años abandonada, y nosotros no teníamos que estar allí, definitivamente, no teníamos por que estar ahí... Pero el destino a veces es absurdo, es incoherente, al menos para los pobres. Y nosotros éramos pobres. toda esa estación era una incoherencia, un absurdo que había que afrontar. Con la buena disposición con que suelen afrontar su destino los pobres.Seguimos caminando juntos, subimos una escalera, y ante nosotros se nos abrió otra sala, una sala repleta de espejos, de aquellos espejos ovalados, que están suspendidos en una montura mediante dos pasadores que lo sustentan y dan movilidad. Aquella sala era grande y mucho mas iluminada y limpia, una limpieza hiriente entraba por nuestros sentidos, parecía un quirófano, nos miramos nuevamente, y nos dijimos un libro, solo que sin pronunciar ni una sola palabra, con la conexión que solo puede lograr uno con un hermano.Caminamos abriéndonos paso entre el millar de cristales. Era un mundo de espejos, que de pronto se nos volvían como mirándonos, como examinándonos, pero sobre todo a ella, en mi no parecían prestar atención, solo en mi hermana. De pronto el millar de espejos giraron observando a mi hermana, y con terror descubrí como los reflejos se multiplicaban en un universo de cristales, rebotando unas imágenes con otras, creando un efecto de infinitas imágenes reiteradas, hasta la eternidad. Aquellos espejos se movían, se movían colocándose unos frente a otros, provocando la explosión de millares de imágenes reiteradas, sentí vértigo, terror, terror de estar vivo, inmerso en un mundo de infinitas vicisitudes, encerrado en un laberinto formado por las paredes de la incoherencia, un laberinto instalado en una sala en la que todos estamos solos. Aquella sala que lleva por nombre “existencia” y aquellos espejos cuyos nombres son “sociedad”Pero mi hermana estaba tranquila, y parecía reprenderme por tener miedo.Caminamos entre los espejos, que cada vez me parecían más, como un gentío poblando la calle de una ciudad. Unos espejos en los que jamás me vi reflejado, ni yo ni mi hermana.Caminamos, siempre juntos por entre la multitud.Nunca sabré que clase de sueño sería aquel en el que me vi inmerso junto a mi hermana, solo que caminando por aquel inquietante lugar, no sé por que algo me hizo intuir que yo, y ella, también éramos espejos, pero alguna otra clase de espejos, por lo cual aquel gentío de cristales sentían alguna clase de morbo, alguna clase de insana atracción... Nunca me vi reflejado en uno de aquellos espejos, y ellos parecían odiarme por eso, y parecían odiar a mi hermana, se ensañaban con ella, golpeándola con aquellas imágenes reiteradas en el infinito, el vértigo, nos azotaba, comencé a sentir odio mientras caminábamos los dos juntos por aquella multitud, la multitud de la morbosidad, la morbosidad humana hacia el que padece.Pero no entiendo por que razón mi hermana jamás sintió odio estando dentro de esta absurda aparición, al entrar en aquella estación, parecía como si ella hubiera dejado todos los defectos de su humanidad afuera, y me parecía tan sabia y tan infinitamente tranquila. Pero yo sentía odio contra aquel mundo insensato, y ella parecía reprenderme por sentir odio.Al salir, la multitud de espejos se giró observando a mi hermana, tal como se vuelve una plantación de girasoles hacia el sol, con que gusto me habría soltado de su mano un momento, para abalanzarme sobre esa multitud de insensatos, los habría hecho estallar a patadas, pero pronto habría una oportunidad de hacerlo de manera mas elegante, de una manera mas social. Hay maneras sociables de romper con la sociedad, me dije. Y me volví.Se nos abrió otra puerta, y un andén de ferrocarril apareció frente a nosotros. Caminamos, siempre juntos, hacia un tren que pacientemente estaba detenido, como esperándonos.Me espera a mí – me dijo de pronto – y sentí un frío.¿Como? ¿No vamos a ir juntos? – dije. Mira – contestó – yo no me voy a ir ni hoy ni mañana. Pero si lo voy a hacer pronto. ¿Tu sabias eso?-Si – contestéNo hablamos más. Nos acercamos hacia el tren. Caminando juntos bajo el enorme techo que nos envolvía. Afuera en la lejanía alcanzaba a distinguir como el paisaje iba cambiando a mediada que caminábamos, como si cada paso nuestro, fuera un mes que transcurría presuroso; desfiló el otoño allá afuera, el ancho mundo se volvió de color ocre, luego en el mundo llovió, y la naturaleza se agitó con los vientos, luego apareció el dulce sol, vistiendo unos prados de color verde. A lo lejos pude distinguir como florecían los aromos, y el aire se llenaba te puntitos amarillos que volaban. Unas mariposas jugaron en la primavera. Es lindo lo de la vida – dijo ella sumergiendo su mirada en el entorno, en el mundo de allá lejos. Luego el verano paseo ante nuestros ojos, el verano comenzó a incendiar el mundo, los prados se secaron, y la tristeza se apodero de nuevo de la realidad, el otoño nuevamente se instalo allá en la lejanía. Parecía que un año había pasado en unos cuantos pasos nuestros... a veces un año puede pasar tan rápido, como cunado uno era niño y se compraba un paquete de papas fritas, y venían tan pocas, y uno trataba de hacerlas durar, de disfrutarlas, pero se acababan al instante, y siempre uno quedaba con gusto a poco. Yo estaba disfrutándote Paulina, pero la felicidad es tan corta Paulina, se esfuma como un paquete de papas fritas, de ese económico que uno siempre compra, y que nos dejaba con gusto a poco, igual que ese año Paulina.Alcanzamos el tren... ella subió lentamente. Nunca solté su mano cuando puso un pie en el primer escalón del vagón, el sueño se abrió como una puerta a un submundo, mientras ella al mismo tiempo subía al oscuro vagón:El grito resonó por la casa, era entre llanto y risa, no me podía poner en pie, ella que si sabía hacerlo, me ayudó, me paré a tientas afirmándome de su pequeño cuerpo, que era un poco mas grande en comparación al mío, pronto vi a aquella gigante que era mi madre y aquel gigante que era mi padre, sus rostros sonrientes sobre mi, y aquellos brazos tomándome, levantándome hacia su pecho, en un sinfín de caricias. Estaba aprendiendo a caminar, y yo estaba aprendiendo afirmándome de ella.Nunca solté su mano cuando puso su otro pie en el primer escalón del vagón;¡sube!- Grité.¡No!- Respondió ella; ¡pa que me traen al cerro! ¡No me gusta! – la niña de diez años se quedo sentada en una piedra con la cabeza entre las manos, ¡no voy a subir más! ¡Suban ustedes! Gritó de mal genio. Yo me vi subir escalar más y más alto sin perderla de vista, eché el volantín al viento, la cola se desparramó en el cielo, el volantín subió y se llevo la mirada de mi hermanita de diez años, y allí en el cielo se fue a juntar con la mía, mi mirada atenta, mis brazos elevando el volantín más y más alto... No podía haber disgusto entre nosotros, menos siendo niños. El enojo se fue de su rostro. Se acercó a mi, y sin preguntar me quito el volantín de las manos, el volantín que se llevo su mirada lejos, más lejos aún. Y los ejércitos que habían levantado sus armas con tanta ferocidad, de la nada cambiaron sus espadas por flores, las flores invisibles de la pureza, la hermandad fundó su castillo en el mundo de la niñez, sin dar ningún discurso. La felicidad y la tarde fue larga, la tarde de los vientos, los volantines, la primavera, y los ejércitos tan divinamente débiles, y tan graciosamente cambiantes. Como suele ser el mundo de los niños.Yo y ella en la felicidad... el bienestar ignorado en el momento mismo, pero que luego tomaría forma de fotografías teñidas de tiempo, volcando el recuerdo hacia un día feliz, hacia la felicidad perdida, en una tarde de espadas trasformándose en flores, en el día de las graciosas deserciones. La primavera y yo. Y ella misma en la invisible felicidad. En el paraíso perdido, en ese paraíso que se le escapa de entre los dedos a todos los hombres, a cada segundo, en la ceguera de la insensibilidad. Y que convierte a todos los humanos en empleados de la oficina de la melancolía. Encerrados en la sala de la nostalgia, que funda los pilares del edificio del dolor, en una ciudad llamada “dejación”, que crece y se desarrolla en el alma de los hombres.El hilo se cortó, el volantín murió y se perdió en el cielo, un hilo con dientes de cristal le quito la vida, un volantín negro se esgrimió en el cielo, y los dos nos quedamos un poco tristes, en la tarde de pronto azotada por fríos vientos y alargadas sombras en el suelo.El ensueño se quebró en mil pedazos, cuando con esfuerzo alargue mis dedos, para no soltar la mano de mi Paulina, que ya ponía su pie en el segundo escalón del vagón. Un poco más lejos de mí, un poco más lejos del mundo;Sigue tocando – me pidió – recostada en mi cama. Mis dedos se volvieron a pasear sobre el teclado, sus ojos comenzaron a cerrarse, la de radiohead – me pidió con sueño en la voz, el piano cantó una canción lánguida que se evaporo como una gota de agua en la tarde de verano. ¿Tu sabí que dice la letra de esa canción? Me preguntó de pronto despertando de su letargoLlueveLlueve sobre miDesde lo altoLlueve sobre miLos capitalistas trabajando en redRecité tocando notas al azarDios ama a sus niños...Dios ama a sus niños...Dios no existe – me interrumpió – eso es de ilusos. DijoNo hubo un solo ruido en un minuto, afuera el aire ondulaba como lombrices al cielo, el sol subió más y el calor se hizo más intenso. El verano estaba azotando la naturaleza, afuera el sol tenia el mundo en silencio en la desolación, en la inmovilidad de una tarde de verano.Un día escuche en la radio a un teólogo. Dije – y estaba hablando de la cruz, del significado de la cruz.¿Y que decía? Preguntó mi hermana, en la desolación en la inmovilidad.Decía que la cruz tiene dos ejes, uno vertical y otro horizontal, que representan la contradicción, y el cristo en la cruz, representa al hombre muriendo en la contradicción, en la contradicción de no saber realmente si Dios existe o no, Cristo mismo murió en la cruz abatido ante la contradicción, preguntándole al Padre por que lo había abandonado.El péndulo de un reloj sonaba en el silencio, la tarde se hizo más desoladora.El teólogo dijo, que Dios no salva de la cruz, que Dios no salva del accidente, que Dios no salva de la enfermedad, Dios salva EN la cruz, en el accidente, en la enfermedad, Dios no salvo a su propio hijo de la cruz... dijeNunca había escuchado eso – dijo ellaLas manos se pasearon sobre las teclas de nuevo, nació una música- Opening ... dijo ella acostada boca abajo, sus dos manos sobre su rostro somnoliento.- Phillip Glass... dijo como cuando uno habla en sueños... la música nació y venció la desolación que invadía la tarde, en algún lugar tienen que haber brotado un prado de flores, en algún lugar tiene que haberse levantado una brisa fresca... Paulina se durmió y yo la deje sola, con su sueño de flores y brisas frescas.Hice el último esfuerzo mi hermana ya estaba dentro del vagón, me estiré como pude, mis dedos se estiraron para seguir tocando su mano, y los suyos también se estiraron;Yo estoy feliz Manolito, no me gustaría dejarlos, pero tengo que hacerlo – me dijo Paulina en su cama, me viene a buscar mi mami – dijo abriendo los ojos mientras con sus dos manos me acariciaba todo el rostro...Yo voy a estar bien, no tienen que llorarPaulina... dije. Con lagrimas tranquilas en los ojos, que nunca me impidieron hablarEres lo mas lindo que he visto en el mundo – me interrumpió – con sus dos manos en mi cara, y yo la escuchaba, intuyendo que esas caricias nunca más las iba a recibir de ningún ser de este mundo, sus dedos hacían círculos en mis mejillas y sus manos danzaban en mi rostro, con la pureza que nunca mas he de encontrar en el mundo...Paulina, te quiero... le dijeYo también te quieroYo te voy a sentir Paulina, tu sabes como soy yoSi, si se como eresTe Amo manolitoTe amo paulina.Tus ojos están hermosos Pauli, son como ver el mar... están llenos de inmensidad . dijeTus ojos también son lindos- me comentó ellaMira, te tengo un regalo, abrí el sobrecito de papel, saque un corazón de plata, se lo mostré, ella lo vio y leyó lo que tenia escrito “juntos por toda la eternidad”Eso es de pololos – dijo ellaIgual sirve - dije . Lo partí por la mitad, ¿cual quieres tú? Le pregunte, ella eligió un pedazo, y le puse la cadena en su cuello, y yo me puse el mío: nunca más me lo voy a sacar Paulina, va a estar conmigo siempre... y Paulina selló el trato de la eternidad con un beso, y me parecía feliz y tranquilaSi quieres yo te puedo llevar conmigo – me dijo con toda amabilidadYo pensé un momento... recordé un sueño en que los dos nos hundíamos en un mar de agua cristalina, y nos sumergíamos en la profundidad... Habíamos ido juntos a todos lados... ¿por qué no también?...Tengo cosas que hacer – le dije.Yo voy a ayudarte para que te resulte todo – me dijo con sus dos manos que no dejaban de danzar en mi rostro, secando mis lagrimas tranquilasYo no voy a dejar que pases ni un día de más ni un día de menos en este mundo manolito – me dijo con sus ojos que ya tenían más rasgos de eternidad que de humanidadSu mano se separó de la mía.Dos hombres la colocaron en una sábana que afirmaron con sus manos, y ella parecía divertida, como si fuera el juego más divertido de su vida, la vi pasar riendo.La colocaron en el vagón, si hubiera podido subir yo también.... que hermoso habría sido un viaje por una tierra así, junto a ella. Pero no habían dos pasajes, solo uno, y era para ella... no hay vuelta atrás en estas cosas... Algunos dicen que todos los problemas tienen solución, pero otros dicen que eso es porque las personas no conocen los problemas de real envergadura, aquellos que realmente no tienen solución...No me importa. Lloré cuando la vi tras la ventanilla.... ella sonreía, me miraba pero no ya con los ojos, me miraba con algún sentido oculto a la razón humana, algún sentido desconocido se abrió en mi mente, me hablaba, pero no ya con su voz, si no con alguna señal que yo lograba percibir con algún secreto sentido que dormía en mi, y que tal vez solo se despertó para este momento...El tren partió, camine, la seguí, el sol había brillado 26 años para que aquella criatura funcionara, las estrellas, la galaxia, los débiles equilibrios gravitacionales se estaban yendo con ella, algo no había funcionado bien, parecía que el universo entero se iba con ella...Paulina – dije¡Paulina! - Grité caminando más rápido¡Adonde vas Paulina! Grité esforzándome, el tren ganaba velocidad¡Hacia todos los años! Gritó pero no ya con su voz¡Hacia todos los años del tiempo! Gritó, y la oí, la oí...Camine más rápido a su lado, una música comenzó a salirse de mis dedosElla sonreía, ella reía y estaba feliz, la música nació, no se si se me salía de los dedos o si brotaba de otro lugar, camine más rápido, la música sonó y lejos sentí un cristal que se quebró, luego otro y otro, luego a lo lejos sentí como esa sala de espejos que habíamos dejado atrás, comenzó a explotar en quebrazones, en miles de quebrazones, seguí tocando mi música, tuve que correr para seguir el tren, corrí ¡corrí!¡Paulina! GriteYa estaba lejos, lejos¡Hacia todos los años del tiempo Paulina! – Grité- me caí. Rodé. Lo ultimo que vi fue su cara riendo, con los ojos cerrados como cuando uno ríe mucho y no puede mantenerlos abiertos. Se iba con el sol, con los planetas, con las leyes físicas y biológicas que en aquella bella criatura habían presentado irremediables fallas. Pero la naturaleza entera parecía irse con ella, como el capitán de un barco fiel a su navío, que se hunde abrazado a su nave hasta el final, se fue envuelta en las matemáticas que habían hecho real su existencia durante 26 años, como algo inseparable a su cuerpo.Todo el universo se iba con ella.Me levante, el tren se alejó¡Huye! Grito algo dentro de mí, y obedecí de inmediato, como cuando uno corre de un peligro¡Corre! Grito algo dentro de mi, corrí como pude hacia el anden, entré en la estación corriendo, me metí a la primera puerta abierta que encontré, era la sala de los espejos, corrí sobre el cristal roto, los espejos estaban rotos en mil pedazos, me aleje entré en otra puerta corriendo siempre corriendo; sentí que estaba perdido, entre solo entré, me vi en una sala toda inundada de agua, las goteras caían del techo, corrí frenéticamente, buscando la salida, me vi perdido en aquella sala, por unas enormes ventanas pude ver que afuera en el mundo llovía, llovía a cántaros, y un relámpago sacudió el cielo y llovía, y el viento arrasaba todo, pensé en romper la ventana pero una puerta se abrió, corrí hacia ella, al pasar por el costado apenas alcancé a ver un letrero que colgaba de la puerta. “Oficina del llanto” leí lleno de temor. Corp., me aleje. Me vi en otro lugar, un pasillo oscuro se abrió frente a mi, corrí, corrí, sentí temor de estar perdido y huí mas fuerte aun, me sumergí en un pasillo oscuro, la soledad mas absoluta me invadió, corriendo me di cuenta que las paredes estaban llenas de fotografías, las reconocí cuando al llegar casi al fondo del pasillo por una ventana pequeña se filtraba un hilillo de luz rojiza, alcancé la ventana, afuera en el mundo atardecía, y unas hojas viajaban en el viento y caían al suelo, mezclándose en el suelo, con una infinidad de pajarillos muertos, que yacían en el suelo con sus alas rotas. La sala estaba repleta de fotografías, corrí y una puerta se me abrió, pase por ella, me aleje, la puerta tras de mi se cerro de golpe, me gire alarmado por el ruido, y alcancé a leer en la puerta una escritura que decía: “oficina de la tristeza”¡Corre! huye¡ Gritó algo dentro de mi, bajé una escalera y descubrí aquella apestosa sala que recorrí al principio de mi entrada a este horrible laberinto en el que me vi envuelto, corrí llorando entre las fecas de perro, la apestosa sala que al cerrar su puerta me descubrió su nombre, su nombre: “oficina de la calamidad”. Corrí con más fuerza y salí de la estación llorando, cerré mis ojos para no ver el letrero que colgaba de su entrada, corrí con los ojos cerrados y grité y para no ver el horrendo cartel que colgaba de la estación, aquel cartel que no indicaba otra cosa, que aquella era la estación de la muerte.Me alejé, y vi tras de mi, alejarse tras una colina, aquel tren a toda velocidad, aquel tren llamado expreso del cáncer.

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El obturador sonó.Ella salió de su poseY yo había atrapado un paraísoMe pidió otra foto, se sentó, se puso sus lentes, y sonrió. El obturador volvió a sonar y yo había vuelto a atrapar otro edén, de pronto ella misma fue un olimpo florido.
Ella; que expulsaba paraísos por sus ojos, por sus manos; su pelo recién nacido. En una tarde donde brotaban edenes por todos lados, hubiera querido atrapar todos aquellos paraísos, los veía tras el visor, aquellos edenes que un día ya no vería, los tenía que atrapar, atrapar todos, y ella sabía que tenia que dejarse capturar, y lo hacia con toda gracia. De pronto tras la cámara descubrí por que ama Dios al mundo, y por que el hombre sufre.Parece que los humanos no fueron expulsados de un paraíso, parece que al hombre se le escapan los edenes de entre las manos, todos los días, por culpa de una cosa llamada insensibilidad.De pronto la tarde se volvió hermosa, ella expulsaba paraísos por sus ojos, sus palabras, y los árboles arrojaban anchos olimpos invisibles.
De pronto la gente, y hasta el ser más diminuto me pareció un edén tras el visor, y lo atrapé, lo hice mío y fui como Dios, y supe como ve el mundo, con sus criaturas ciegas, llorando con los dedos abiertos los edenes perdidos.La gente llora sus paraísos perdidos, dije dentro mío.El obturador sonó.Yo los guardo, me dije, y atrape otro más.Un día no va a estar. Ella esta herida de muerte – el pensamiento me entristeció el alma, recordé un sueño, un mal sueño, una estación oscura, en la que me veía corriendo derramando lágrimas. En una tierra alfombrada de pajarillos muertos.La espié tras el visor. Una hojita de papel corrió por la calle, el viento la arrastró, la hojita decía: “un mundo nuevo” como titulo, y tenia pintada una imagen, una familia acariciando un león, un hombre negro de la mano de una mujer blanca, con una canasta con frutas, y una niña acariciaba un tigre, en un día especial, un día azul repleto de flores cruzó con el viento la calle, un abuelo levantaba en sus brazos a un niño, en un mundo primaveral, unos muertos, ahora con sonrisas llenas de júbilo, se re encontraban y se abrazaban a la sombra de un árbol. Un ideal religioso escapó por la calle.Una rueda le pasó por encima.La espíe tras el visor.Vamos - dijo. LevantándoseNos fuimos en la tarde de los paraísos “no perdidos”Mañana iba a haber otro día con ella.Si tuviera plata nos compraríamos un helado – dijo PaulinaMe toqué el bolsillo, pero no había nada.
No importa – dijo ella.
Y realmente no importó. Su compañía era más deliciosa que cualquier cosa, y mi compañía era para ella el helado más delicioso del mundo.Dos hermanos, paseando en la tarde.Una joven con su pañuelo al viento, parecía decirle adiós al mundo, en la tarde de los paraísos, las flores y el Dios Padre que caminaba invisible junto a nosotros.

Manuel.

Saturday, November 19, 2005

Francisca


¿Como conseguiste mi correo?
dijo la voz sin voz, por el monitor del computador
otra voz sin voz le respondió:
e.. entré al foro de la pagina de radiohead...y vi un comentario tuyo, y estaba tu e - mail y te añadi
a traves de la pantalla senti un dejo de molestia en ella:
si pero mira a mi no me gustan esa onda de las chapitas y eso de saberse montones de cosas de la banda de memoria y todo eso
no me importa - le dije con mi voz sin voz... - lei un comentario tuyo que me parecio muy profundo nada mas
la molestia seguia al otro lado de la pantalla.
algunas personas son como un jardin secreto, el jardin esta tras una fuerte muralla de piedra; recorde algún pensamiento mio en noches de insomnio.
que haces tu? me dijo la voz sin voz
soy musico le dije yo, y una puerta se abrio del otro lado del messenger.
yo toco guitarra, dijo la otra voz sin voz. Y ya eramos amigos, ella me envio una fotografia; una niña con su jumper, una escolar de 4 medio... nada más... se desconectó, me desconecté
al otro dia iba por amunategui, y entre la turba de gente la vi pasar comiendose un helado en "vasito" el mismo jumper, el mismo rostro, el mismo pelo. y yo me quede paralizado tres segundos, no me atreví a hacer nada; no puede ser me dije. era ella! la niña de ayer! que hace aqui?
Oye! te vi ayer! dije con mi voz sin voz
que?
te vi ayer en la calle! ibas comiendo un helado en vasito
la pantalla guardo silencio, luego la otra voz sin voz dijo: queeeee!! como!!
si te juro que te vi eras tu, como a las 1 y media!
si si era yo ohhhhhh que freak! dijo a traves del messenger
siiii! la cagó!! no atine a decirte nada...
un mes despues estaba al lado mio, no se que me hizo ir donde ella, y no se que le hizo ir donde mi, alli estaba a mi lado, con unas partituras en las manos, unas partituras escritas con sus propias manos, mostrandomelas, en la tarde calurosa, que de pronto se volvio un poco mas fresca, a la sombra de unos arboles en medio de la ciudad...
Manuel no quiero llorar delante tuyo en la calle, me habia dicho su voz sin voz un dia antes de juntarnos.
no me importa, dijo mi voz sin voz, capaz que el que termine llorando sea yo...
eso fue lo que nos junto, esa semana yo habia estado con tristeza, no me acuerdo por que diablos...y quise verla nada más.
Yo he encontrado a Dios en el cerro, en la punta del cerro... dije con ella a mi lado, en medio de la ciudad.
Yo no creo en dios Manuel.
un silencio y otro, una palabra y otra más...
nos sentamos a la orilla de un local cerrado, escuchamos un tipo que toca muy bien el piano en un disco
nos pusimos de pie, ella se compró un helado, en la orilla de la alameda, el sol ya empezaba a caer... dos desconocidos se despidieron en la calle...
la voz sin voz hablo tras el monitor
Cuidate manuel! cuidate mucho!
mi voz sin voz le respondio: tu tambien! cuidate mucho
he tenido amigos que los veo todos los días y jamas me he sentido más reconocido yo mismo en otra persona que en aquella muchacha, en sus ojos que me revelaban las mil aristas que existían en su interior.
hay amistades que se dan cuerda sola, Francisca, como uno de esos relojes que se dan cuerda con solo el movimiento del brazo... esta amistad camina sola Francisca, no hay que hacerla caminar, como las otras.
el hombre con rostro de alienigena tocó la guitarra con tranquilidad, su cabello le ocultaba el rostro, sus dedos tocaron apenas las cuerdas de arriba hacia abajo, con increible delicadeza; un llanto de armonicos parecio escapar de su guitarra. Más que nunca me pareció un mago, solo un mago puede tocar una guitarra en Londres y juntar a dos desconocidos en una calle en santiago de chile.

el asesino

Prendió la luz, el enemigo se escondia en la luz, contrariamente a lo acostumbrado por un ser que guarda la peor de las intensiones hacia la humanidad...
el hombre sintio la amenaza, apagó la luz, en la ultima de sus estrategias. con la oscuridad el enemigo tendría que atacar, no le quedaba otra opción. La pieza quedo oscura, el hombre se escondio bajo las sabanas y espero.
el enemigo avanzó en la noche, en la oscuridad, con su arma dispuesta a usarla de inmediato, avanzo en silencio, entre las sombras... pero no se dio cuenta que el hombre lo habia sentido, se puso de pie rapidamente y encendio la luz, pronto descubrio una sombra alargada en la pared; es el, dijo para sus adentros. se dispuso a matarlo, avanzo lento, con cuidado alzo el arma, y de un solo golpe, lo estrelló contra la pared.
una mancha se extendio sobre la muralla, una larga mancha de sangre quedo estampada en la pared.
el hombre dio un grito de jubilo
por fin iba a dormir.
el zancudo estaba muerto en la muralla.

Tuesday, November 15, 2005

Puesta de sol


va quedando sola la playa cuando declina el sol.
el viento frio termina por arrastrar a los ultimos bañistas.
un pescador con su caña espera pacientemente llevarse algo del mar.
nadie responde a sus deseos. cansado recoge la varilla de bambú, que arrastra hacia el sol enrojecido.
entonces, anochece.

Sergio Bueno

Monday, November 14, 2005

La Guitarra

La micro arrancó, abruptamente, aceleró el motor rugió, una mano poderosa tomó la palanca de cambios, hizo varios "cambios" en pocos segundos, y la micro se introdujo en la calle.
las ruedas giraron, la gente se volvió a mirar espantada, algunos corrieron otros se quedaron quietos de espanto, la micro avanzó avanzó
los ojos del hombre se movieron bajo los parpados, la boca abierta, el cuerpo quieto, los brazos estirados... el corazón latió más fuerte, el sueño se hizo más intenso, el hombre dormía en el banco de la plaza, abrazado a una guitarra, una guitarra con mil magulladuras, una guitarra con cuerdas baratas, una guitarra barata... pero el hombre la abrazaba en la noche, y dormia. el silencio de las 5 de la mañana lo envolvio, y soñó...
la micro pasó ensima de unos niños, la micro lanzó lejos unos canastos, la multitud corrió espantada, el hombre soñó, y vio a una mujer abrazando a su hijo, justo en el momento que la micro le paso por ensima, el mismo se vio corriendo, la micro iba tras el... corrió corrió, y la micro paso por encima de un hombre que hacia esfuerzos por recojer unos lienzos, con unas pinceladas estampadas, el hombre quiso tomar sus lienzos...
la micro le pasó por encima.
y asi la micro atropelló a un hombre que cantaba, una mujer que vendia pulseras quedó tendida en la calle
el corazón latio más fuerte, la fase REM se hizo más intensa, el hombre soñó
Corrio pero las ruedas ya lo alcanzaban, tropezó se le cayó la guitarra, la rueda inmensa del bus descontrolado le paso por encima, la guitarra explotó, se deshizo penosamente, y el corriendo se vio gritando, estirando la mano tratando de detener el estruendo que se le venia encima, grito, cuando se le venian las ruedas al cuerpo levanto la vista,vio el letrero que colgaba de la micro;
Progreso.
el cartel se le paseo por la mente, se le introdujo en el cerebro, como una voz tenue, que cobró vida propia en su mente
Progreso.
Progreso.
la micro avanzo avanzó, lo iba a matar, justo ahora
Ahora...
despertó, agitado y sudando, lo primero que hizo fue ver su guitarra. La tenia en sus manos, abrazado a ella dormia, como todas las noches, el mendigo de las calles
respiró, tomo aliento.
Al medio día alguien se inquieto al ver que aun dormía en el banco, siempre abrazado a su guitarra, le movió el hombro, le habló. el hombre no contestó. Se juntó un grupo de gente, como suele ocurrir siempre cuando muere un desdichado en la ciudad.
tardaron 20 minutos tratando de quitarle la guitarra de entre los brazos.

Wednesday, November 09, 2005

Hacia todos los años del tiempo