Monday, July 31, 2006

Tus manos


Yo era un fragmento del frio mar
del horizonte vine viajando
para tenderme en tus tiernas playas
y morirme en tus dulces manos.

Como una ola fugaz
que llega y muere en la arena
mis frias manos se entibiaron
en tus dos manos tan tiernas

Y luego perdido en el mundo
marché...
con deseos de un dulce morir

Y volver eterno el momento
de tus manos su tierno sentir
como dulces oleajes
que se besan al viento
y que en tibias arenas
ya van a morir...

Manuel Balcázar

Friday, July 21, 2006

la desconocida



El tren se detuvo, la mujer desconocida se acercó a la joven del pañuelo ondulante en la cabeza.
Una caricia, una lágrima en los ojos.
Te vas a mejorar - dijo. Y partió
Luego un trámite, un examen, la cola del hospital, las miradas compasivas...
Y luego un viaje en micro.
Una joven que medita mirando la primavera de las nubes y el verde naciente:
Es lindo lo de la vida...
Su pañuelo al viento parece decirle adiós al mundo.
¿Qué? dice el padre con unos sobres en las piernas, que demuestran un problema sin solución.
Es lindo lo de la vida...

Wednesday, July 19, 2006

Imagenes caseras

Una llovia dolorosa
con figuras entristecidas
esperando algún destino
que nunca llega como es deseado.



Unos ojos que indagan en la tarde
algo imposible de nombrar


Un gato que cae por una ventana

de juegos infantiles

en la tarde del sol triunfante


Un plato de comida

en alguna tarde

de algún día


Un niño imaginando
un nuevo camino que abrirle a la niñez


y retoños de aromos

como salidos de mis sueños

cuando en noches ansioso

temblando de frio

te espero

anhelada primavera....


















Friday, July 14, 2006

Un momento en el teatro de la memoria


(Se abre el telón)
Se sientan las neuronas en el teatro de mi mente, (un público de neuronas).
Comienza un fluido de particulas, en la oscuridad unos arcos electricos hacen juegos de luz.
de pronto de la nada, en el escenario comienza a aparecer la imagen:

María Elena anda a cerrar la ventana.
¡Mami! Ven. Mira las estrellas estan raras.
¡Cierra la ventana!
Pero mira, las estrellas están de colores, y pestañean... ¡Paulina ven! ¡mami ven!
Mi mamá va a la ventana con pesar, y me levanto yo también empapado de curiosidad.
Estamos los cuatro apretados en el marco de la ventana, mirando las estrellas.
Miren. Ven que están raras. Como que pestañean.
¡Oye! - grito con mi voz de niño. ¡Miren! allá hay una luz.
Es un foco de la calle. Dice mi mamá.
No. ¡Mira! ¡se mueve! - grito a toda voz.
No... na que ver...
Si, mira.
Una luz comienza a avanzar por el horizonte, caminando bajo, muy bajo, como tocando el borde del cielo.
¡Si! gritan todos de pronto.
¡Se está agrandando! gritamos todos.
Un tumulto repentino, chocamos entre el marco de la pequeña ventana, mis hermanas se ponen en puntillas.
De pronto ya no veo nada, lo ultimo que observo, es una luz redonda, de la cual comienza a surguir una pequeña colita, una puntita de luz escapando de la luz.
¡Miren! ¡el cometa!
Todos gritan, mi mamá mis hermanas... yo lucho por ver, pero soy el más bajo...
¡Oh! - hay un instante de descontrol. Siento miedo. Algo parecido al pánico comienza a surguir entre el griterio.
¡Miren la cola! ¡que grande!
-¡quiero ver!
¡El cometa Halley! !Andrea mira el cometa! - mi mamá grita a una vecina.
De pronto...
Silencio.
Nadie puede hablar. Estamos todos agitados.
¡lo vieron! alguien rompe el silencio.
¡si! ¡Que grande la cola!
¿Manolo lo viste? pregunta mi mamá
- no poh...
Y en mi mente de niño, todavía muy pequeña para albegar el grandes cantidades de tiempo, comienza a formarse una figura abstracta.
El tiempo intentó entrar en mi mente, pero se desborda de ella. Mi conciencia colapsa un momento...
En 70 años más. Me digo a mi mismo. Me lo contaron en la escuela.
En 70 años más lo voy a ver... intento atrapar esa forma increible, pero se me escapa.
70 años...
yo con 5 años apenas.
Guardo silencio.
Desde ese entonces suelo guardar silencio.
Estoy esperandolo. Tal vez en su cola inmensa, pueda enconcontrarme con las miradas, un día perdidas, de esa madre y esa hermana que con el partieron. En distintos años...
¿Pero que son los años?
¿Qué es el tiempo?
Quiero esperar el cometa. Todos los años...
(se cierra el telón)
El teatro de mi consciencia se queda vacio. Y mis neuronas que recrearon un recuerdo, huyen se dispersan, en infinidad de pensamientos...

Manuel Balcázar.

Monday, July 10, 2006

Tocando Flauta




¿Ya?
No hay guardias.
Dale.
Un, dos, tres...
Música.
Sonidos rompiendo la monotonía.
Notas sedosas retorciendose en lo invisible.
De pronto gente caminando. Gente escuchando, aunque no quieran, escuchando.
De pronto alguien sin planearlo se encontro con un manjar de lo dioses. Un coktail improvisado de sonidos, de formas invisibles, de colores introduciendose en los oidos de pronto sensibles.
Mágia.
Una moneda.
Otra moneda...
un estuche en el suelo que se llena de monedas, poco a poco.
Alguien mira, un niño pregunta.
Una sombra pasa.
Una persona.
Silencio.
Nos miramos. El par de flautistas se había tomado un rincon del metro.
¿que tal? nos decimos con miradas complices...
Se estan juntando las monedas...
Dale, el otro dúo...
Y la música de nuevo.
De pronto, un hombre caminando por la escalera, se sienta, toma su cabeza entre sus manos.
Parece absorbido. Observo sus pobres vestiduras. Mantiene una caja de vino entre sus manos.
Tiene la figura a mal traer, el pelo sucio, revuelto...
Nos pide un cigarro... mi compañero se lo da. De pronto alguien lo llama a un destartalado celular que saca de su bolcillo.
Tocamos nuevamente. El Hombre habla, y mientras toco le escucho su voz quejumbrosa:
"No sabes que fin de semana he tenido... que terrible es mi situación..."
El hombre parece escuchar... pero comienza a llorar...
El hombre solloza y lo escucho mientras toco para el, un poco más lindo, con un poco más de mi alma.
Silencio, el hombre se guarda su telefono y vuelve a llorar con la cabeza entre las manos.
Se acerca y nos deja una moneda de infimo valor diciendo : "gracias por darme un poco de paz chiquillos"
El hombre ha marchado.
Entonces un ser vestido de amarillo se nos acerca.
Tienen que irse por favor jovenes.
Estan estorbando.

Se guardan las flautas de la paz que estorba en el mundo.

Manuel.

Friday, July 07, 2006

Espiritu Herrante




Es conocido. Lo conosco.
Es conocida. Me es familiar.
la gente se atravesó, en un millar de rostros, dos caras se identificaron. Chocaron las miradas, una bajo al suelo, la otra se mantuvo en lo alto.
Otro choque de miradas en el vagon del metro. Esta vez no supe donde poner los ojos.
Una tormenta de imagenes abruptas... ahora la sensacion de un corazon palpitando rapido. la sensacion de un corazón incorporeo. Un corazon que estaba palpitando rapido pero en otro lado muy lejos de mi verdadero ser.
Un viento, se abre la puerta.
Bajo. Ella sige de largo en su viaje, y baja en otra estación.
Bajo y no se a donde voy.
Si lo se. me siento en un computador
y escribo este cuento.

Manuel.

Tuesday, July 04, 2006

Silecio




Silencio
Alfonsina Storni (argentina)

Un día estaré muerta, blanca como la nieve,
dulce como los sueños en la tarde que llueve.

Un día estaré muerta, fría como la piedra,
quieta como el olvido, triste como la hiedra.

Un día habré logrado el sueño vespertino,
el sueño bien amado donde acaba el camino.

Un día habré dormido con un sueño tan largo
que ni tus besos puedan avivar el letargo.

Un día estaré sola, como está la montaña
entre el largo desierto y la mar que la baña.

Será una tarde llena de dulzuras celestes,
con pájaros que callan, con tréboles agrestes.

La primavera, rosa, como un labio de infante,
entrará por las puertas con su aliento fragante.

La primavera rosa me pondrá en las mejillas
-¡la primavera rosa!- dos rosas amarillas...

La primavera dulce, la que me puso rosas
encarnadas y blancas en las manos sedosas.

La primavera dulce que me enseñara a amarte,
la primavera misma que me ayudó a lograrte.

¡Oh la tarde postrera que imagino yo muerta
como ciudad en ruinas, milenaria y desierta!

¡Oh la tarde como esos silencios de laguna
amarillos y quietos bajo el rayo de luna!

¡Oh la tarde embriagada de armonía perfecta:
cuán amarga es la vida! ¡Y la muerte qué recta!

La muerte justiciera que nos lleva al olvido
como al pájaro errante lo acogen en el nido.

Y caerá en mis pupilas una luz bienhechora,
la luz azul celeste de la última hora.

Una luz tamizada que bajando del cielo
me pondrá en las pupilas la dulzura de un velo.

Una luz tamizada que ha de cubrirme toda
con su velo impalpable como un velo de boda.

Una luz que en el alma musitará despacio:
la vida es una cueva, la muerte es el espacio.

Y que ha de deshacerme en calma lenta y suma
como en la playa de oro se deshace la espuma.
_________________
Oh, silencio, silencio... esta tarde es la tarde
en que la sangre mía ya no corre ni arde.

Oh, silencio, silencio... en torno de mi cama
tu boca amada dulcemente me llama.

Oh silencio, silencio que tus besos sin ecos
se pierden en mi alma temblorosos y secos.

Oh silencio, silencio que la tarde se alarga
y pone sus tristezas en tu lágrima amarga.

Oh silencio, silencio que se callan las aves,
se adormecen las flores, se detienen las naves.

Oh silencio, silencio que una estrella ha caído
dulcemente a la tierra, dulcemente y sin ruido.

Oh silencio, silencio que la noche se allega
y en mi lecho se esconde, susurra, gime y ruega.

Oh silencio, silencio... que el Silencio me toca
y me apaga los ojos, y me apaga la boca.

Oh silencio, silencio... que la calma destilan
mis manos cuyos dedos lentamente se afilan...

De mis poemas preferidos...algo de Nicanor Parra




El Hombre imaginario (Nicanor Parra)


El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario.

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios.

Todas las tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios.

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario.

Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario