Thursday, May 14, 2009

Foto mental




Así era la imagen que me propuse guardar, tal como si mi cerebro fuera una camara fotografica para almacenar imagenes... Congelé el momento. Una tarde soleada, la luz del sol destellando en los escalones de una gran escalera del patio del colegio. Yo parado viendo el ensayo de una obra de teatro en la que participaba. Monton de niños deambulando, profesores con el maletin en la mano y una pelota levantandose bien lejos en el otro patio, y monton de garabatos rebotando como ecos por los pasillos.
El Claudio Duarte sabi ese weon... - paff... en el suelo otra vez, no alcancé ni a decir la frase y ya estaba de guata en ese patio asi de piedritas chicas, eran como una colchoneta, no dolia tanto sacarse la cresta ahí. El Hugo salió lejos, y estabamos cagados de la risa. Sabí wn, es super raro estar revolviendose en el suelo muerto de dolor y riendote de ese dolor. Levanto la cabeza y veo al Claudio arriba del Eduardo montado a caballo mirandome riendo. Fue increible, de todos modos me encantaba esa sensacion de ser atacado sin saberlo y despertar en el suelo destruido con la risa borboteante. Me subo en la espalda del Hugo de nuevo y vamos a chocar a los otros compañeros. Los profesores no estan y nos estamos sacando la cresta asi a caballo. En todo caso el que sufre mas es el que va arriba? No sé...
Esta vez el Hugo pilló desprevenido al Claudio que esta haciendo de caballo del Eduardo ahora y le da el manso empujón. Cagó. Chuta... uno quedaba con una sensacion un poco amarga viendo a tu propio amigo desplomarse en el suelo, pero todo se solucionaba cuando lo veias muerto de dolor pero riendo. Que wea ma rara, yo mismo me decia; soy un animal. Bueno todos eramos unos animales ahi. El Claudio era mi mejor amigo, era rubio pero tenia las mechas tiesas asi como de erizo, y siempre le caía la gota de sudor como por la mejilla haciendo un camino por la oreja. Lo miré. Que forma más salvaje de reirnos. Podía ver las niñas viendonos con terror desde una esquina donde habia una palmera grande. Que tanto? Había una que era grosera y a mi me gustaba por eso, era gordita y de ojos prendidos, y siempre hacia gestos obcenos. Era vulgar y sin embargo bonita, aveces se metia en el juego a pegarnos, y me gustaba tanto...
Otro empujón esta vez por un costado y otra vez estoy en el suelo.
Parece que alguien nos fue a acusar a la inspectoria, asi que agarramos las mochilas y nos vamos corriendo antes que nos pillen.
Yo siempre me iba con el Claudio, llegabamos a la esquina de esmeralda ahi el se iba pa su casa. pero antes nos sacabamos la cresta en un jardin de pasto que tenia una casa grande de color rojo. No sé cual era el gusto de pegarnos. Parece que era esa sensacion de reirse del dolor de uno mismo. Yo le pegaba un puñete en el brazo, y podía ver como cerraba los ojos muerto de dolor y al suelo. Las mochilas salian lejos y los cuadernos se salian y too, y la gente nos miraba porque pensaban que estabamos peliando de verdad. Muchas veces nos quisieron separar o las señoras nos miraban feo, pero luego se iban al vernos riendo. El Claudio se tiraba arriba mio y me daba puñetazos en el muslo... Esa wea dolía mucho.
- Pegame lo ma fuerte que podai wn! - yo iba y le daba el tremendo puñetazo en el hombro y luego me lo respondia y otra vez estabamos peliando hasta que nos cansabamos y nos ibamos cada uno por su camino, aveces sin decirnos ni chao.
Pero al otro dia siempre estaba de nuevo. Si saliamos temprano nos ibamos tocando los timbres de las casas. Corriamos, y reiamos al ver las señoras gritandonos en las puertas. Aveces el Claudio rompia los timbres no se como, parece que les daba una patá. El me mostraba luego: mira cacha ese timbre, lo rompí yo. Era como su trofeo.
Un dia ibamos por Esmeralda de tarde, y en una esquina estaban los evangelicos cantando canciones, y nos pusimos al frente de ellos a bailar. Eramos ociosos. Y no sentía remordimiento por eso. Otras veces en la calle veiamos mujeres con los pantalones apretados y el Claudio:
- Cacha el culo wn. ohh - y empezaba a decir cosas que yo no comprendia muy bien porque tenia solo 12 años. Ese loco era más despierto que yo igual. Pero me moria de la risa.
Siempre hicimos tonterías en la calle, y no me arrepentía. Que sé yo, ese tiempo me volví un animal, jugabamos hasta tarde a la pelota, sentia la camisa pegada al cuerpo mientras corria. No había gusto más grande que cuando se juntaban muchos compañeros peleando la pelota, aveces todos como 15, y te caías al suelo y empezaban los garabatos. Era como si te dieran permiso para decir garabatos. Y era placentero tirar patadas y decir garabatos en el suelo. Al final todos nos reíamos.
Terminaba el recreo y nos ibamos a las salas... Una tarde despues de un partido en el patio, vi la belleza acercase a mi. Era delgada y de un curso mayor, creo que de octavo. Era eterea. Yo la había estado mirando algun día sin comprender muy bien porque.
Esa tarde ella vino lento hacia mi y con sus dedos blancos me arregló mi chalequito, esos chalecos que tenian un pinguinito. Y al hacerlo me miró con sus ojos azules entre los mechones de su pelo que le caían sobre el rostro. Luego de arreglar mi ropa se alejó mirandome nuevamente.
No recuerdo bien lo que sentí. Solo todo giró por un momento a mi alredeor y supe que era bella nada más.
Así pasaban siempre las tardes con todos... Siempre nos seguiamos pegando. Y ahí estoy, mirando ese ensayo de una obra de teatro mientras los profesores se van y pululan algunos alumnos por el patio, el sol esta cayendo y por algun motivo un sentido oculto en mi mente me obliga a que saque una fotografia mental de esa imagen. La tomo con mis ojos y hasta el dia de hoy la tengo grabada. Un día cualquiera en el colegio, que parce que lo sigo viviendo siempre, siempre...
Sabí que la otra noche pille una chica bailando sola en Blondie, estaba al lado de una señora que todos los sabados esta allí bailando con los ojos cerrados. Cuando tocaron paranoid android empezamos a hablar, y la bese en esa parte lenta de la cancion cuando dice: rain down.. rain down.. on me.. igual movia la carita para quitarse mis intenciones, pero luego de un tiempo estabamos en la pista grande besandonos, y otra vez vino ese instinto a mi, esa costumbre de sacar fotos mentales... Cuando mas bien me besaba y yo sentia que respiraba su aire y mis manos le acariciaban su cara, abrí levemente los ojos, y la espié, no creo que se haya dado cuenta. Pude ver sus parpados tendidos cuando ponia su pequeña mano en mi pecho. No sé, me sentí como una escultura de Rodin, pero viva, jaja. Y le espíe sus mejillas tersas y la forma de su corte de pelo estilo indie. Nos dabamos besos como condenados a muerte, o como si fuera el fin del mundo, y yo adoraba la escena de su rostro y sus parpados tendidos, y su boca parvula y esas contorsiones labiales y esas imaginaciones de imagenes robadas de antes de ahora para tratarlas de llevar a un SIEMPRE...
que sé yo... Al final la belleza siempre viene, de distintas formas, de distintas maneras. Se me hace un remolino en la cabeza, patios de colegios, groserias, dientecillos como collares de perlas brotando en una noche llena de flores electricas.
Guardo una chica que bailaba conmigo a pies pelados, de antes para ahora y siempre,de ayer mañana...
Mejor así, a lo mejor eso aprendí de estarme pegando cuando chico para puro reirme. Mejor reirse y guardarse lo bueno como una foto en la cabeza.

Manu

Tuesday, May 05, 2009

La voz





Tarde soleada, horas que no pasan, gente y gente llegando. Luego un anuncio de la emocion proxima... la voz de Thom Yorke resuena en la prueba de audio, se expande por las calles de Santiago la canción Karma police baña las calles, naciendo de parlantes poderosísimos. Siempre pensé en esa voz , que poder de convocatoria tiene. ¿Que tiene esa voz que es tan sugestiva? tanto como para hacer que me pase horas y horas al sol esperando oirla en vivo. Nunca voy a tener respuesta, puedo sentir sus desafinaciones, sus imperfeciones, y sin embargo consigue lo que ni la voz mas afinada del mundo puede, llegar al lugar mas solitario de mi conciencia. Sé que mas de un transeunte tiene que haber sido invadido por esa voz melancolica, y un nuevo adepto a esa voz tiene que haber nacido en alguna calle sucia de la ciudad. A todos nos pasó, no es que uno haya salido a buscar esa voz... simplemente un dia llegó, imperfecta, inesperada, atormentada. Se coló hasta el fondo del alma.No sé si es un afan de entristecerse, para algunos tal vez lo sea... Mi problema siempre fue que no supe llorar, o tal vez agoté muy pronto mis lagrimas muy temprano en mi vida, o tal vez el mundo te enseña a no llorar. Y no es bueno. Para nada bueno.Esa voz deshizo el estancamiento emotivo muchas veces en mi, como un rio que se desata encontrando liberacion y por ultimo, consuelo. Tal vez por eso vino un dia a mi vida. ¡Y ahi estaba resonando por toda la ciudad! un pedazo de mi interior estaba flotando por los laberintos de Santiago.Termina la prueba de audio pienso todas estas cosas, mientras corro por alcanzar mi lugar, veo los pasillos obscuros del estadio nacional, y me da la sensacion de que esto va a ser algo fantasmagorico... que sé yo, de algun modo uno tambien es un fantasma. Siempre pensé si llorarian los fantasmas, ¿como sería el llanto de un espectro? esta costumbre mia de pensar no me abandona...Ya me llené la cabeza de apariciones antes que el concierto empezara...Lo que sigue no tiene importancia, gente amontonandose gritando etc...Nueve en punto, y los ingleses salen al escenario.Explosión. Música, sonidos, tubos luminicos que bañan la noche de una luz azulina, ahi esta el dueño de esa voz. Canta, gesticula, se vuelve presa de contorsiones neuroticas, y descansa... Un guitarrista parece un delincuente tapandose la cara con el pelo, se dobla sobre si mismo y toca, aveces tranquilo, aveces como un maniatico. La multitud se agita, gritan saltan, o aveces quedan mudos. Así es Radiohead.De pronto se apagan las luces y un foco cenital queda alumbrado la figura pequeña de la voz, que guarda silencio mientras se acompaña con la guitarra que suena como lira arpegiada suavemente. Luego una voz de adolecente adornada de un quebranto comienza:


Despierta, despierta de tu sueño

hoy vamos a escapar/


Torbellino en mi. Un silencio se hace cada vez mas grande en el gentio.


Vistete, empaca

no puedes dejar que haga esto solo.


Algo empieza a girar en mi cabeza.


Respira respira hondo no pierdas tu temple


Siempre pense en esos fantasmas que dicen que merodean los pasillos del estadio nacional, no pude sacarme ese pensamiento al oir una guitarra bañando la noche de unos armonicos espectrales, como ondulandose alrededor del sonido de la voz y de la lira...


cantemos, cantemos una cancion

una cancion que nos de calor

hace tanto frio tanto frio..


La voz cantaba, y una conmocion comenzo a gestarse dentro mio.
Hiroshima. Una explosion de pieles rajadas en montón de girones, una bola de fuego sembrando ciudades de hombros caidos a lo largo de los años, y letreros luminozos de un hombre levantando un niño de cartón, los fantasmas lloraban:

Ahora, seremos solo uno
en una paz eterna!


El cuerpo que hacia posible la vida de esa voz estaba presa de un paroxismo con el rostro sembrado con la expresión del llanto.

Esperamos que te ahoges
que te ahoges…
que te ahoges…

Se extinguió la lira bajo la luz azul, los armonicos espectrales dejaron de enredarse en el aire y dejaron paso a dos segundos de un silencio que se perpetuó en la mente, a pesar que el gentio estaba gritando y aplaudiendo.
No pude sacarme la idea de los fantasmas, sentia el rebote de las ondas sonoras en las paredes oscuras del antiguo estadio, senti como una veintena de remolinos estrellados estaban compactandose en un plano paralelo como una forma atemporal. Pense en una sensación de remoto consuelo, tal vez en algo me paresca a un fantasma que llora, imagine un acurrucamiento en un espacio lejos de todo y un silencio perpetuo y calmo…
Al salir todos compraban poleras con la cara de la voz. Yo solo huí con el alma conmocionada como dueño de un secreto y con esa voz aún resonando en mi, plegue mi alma sobre si misma como se guarda un mensaje recibido y me aleje rápido de allí.


Manuel