
Oh amable don del sueño
desde las torres de mis ojos
comienzo este viaje
sobre las cornisas de la mente dormida
caen las hojas en blanco de mi porvenir.
¿quien ha escrito en la arena del pensamiento,
estos poemas mientras dormia?
He despertado con las palabras dibujadas en la memoria
deshojandose poco a poco mientras vuelvo del ensueño...
Al abrir los ojos,
siento la sensación de estar volviendo
desde un mundo de aire puro,
donde abriendo las alas de mis anhelos
me dejé arrastrar por un espacio de tiempo incalculable,
en las praderas donde florece los jasmines coloridos de la eternidad.
Tanto me gusta viajar por el mundo del sueño,
que incluso estando despierto me he puesto a soñar,
o ya en un sueño, sueño que me he dormido
y he tenido un letargo dentro de aquel ensueño,
que incluso he podido recordar;
en forma de imagenes lejanas,
de una flor luminosa brotando entre arboles de hojas violetas
con troncos rectos que suben hacia un cielo sin final.
¿Qué es esto de despertar con un poema en mi pensamiento?
¿Quien olvida sus poemas en mi mente?
¿O hay un habitante de ese mundo dichoso
que un fabuloso don me ha querido regalar?
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Ayer soñé contigo,
pequeña de cabellos lisos al viento,
tus dedos como un pincel
pintaban flores de colores en el aire,
soplo de un bien divino hizo tu sonrisa luminosa,
llenandome todo de inmensa felicidad...
Oh don del sueño,
gracias por un abrazo eterno,
por esta risa sempiterna,
por esa niña de suaves besos
que en mi blanco letargo
me dio el sabor de la eternidad...