El Pais escondido

Nadie recordaba como había sido la ultima primavera en el mundo escondido. Hace millones de años las flores habían decidido no volver más al país, y los inviernos se sucedían entre días de lluvia y viento. los silenciosos habitantes de este mundo no paraban de derramar lagrimas por sus ojos, que se mezclaban con la lluvia proveniente del cielo gris. La vida en el país escondido transcurría entre un invierno frío y un melancólico otoño. Los árboles en lugar de brotar con verdes retoños, solo mostraban hojas amarillas. Los silenciosos habitantes de este mundo solo conocían el invierno, las lagrimas que nunca paraban de brotar de sus ojos y las primaveras de hojas amarillas y secas.
Hasta que un día apareció en una colina lejana una solitaria flor, que parecía jugar silenciosa en el viento.
Un niño de humedecidos ojos, habitante del mundo escondido, descubrió la pequeña flor y corrió a contar a la gente.
Entonces una multitud de personas se reunió alrededor de la pequeña flor, decidido llamarle con el nombre de “Lucia”, acordando entre todos no tocarla ni menos arrancarla de la tierra.
Un hombre sabio que llego al lugar habló en voz alta, lidiando con las lagrimas que como a todo habitante del mundo oculto no dejaban de brotarles:
- ¡Traed una guardia que custodie la flor! No acercad a ella más de lo necesario, pues de esta flor podría volver nuestra desterrada primavera.
Un ejercito de hombres se instaló alrededor de la flor para custodiarla.
Pero sucedió entonces que uno de los soldados se enamoró de la bella flor, y un día decidió desobedecer las ordenes y sin más fue y se arrodilló ante esta.
Entonces sus calladas lágrimas bañaron los pétalos de la flor lucía, y al instante, comenzaron a brotar millones de mariposas que escaparon al viento, llenando de color el cielo entristecido.
Los soldados de las calladas lágrimas de plata, corrieron donde el hombre sabio para contarle la noticia. Pero el soldado enamorado siempre se quedó arrodillado, observando la flor lucía que ahora emanaba pequeños pájaros y graciosas pelusas de semillas que volaban al cielo sin parar.
Entonces una primavera comenzó a tomarse el país escondido, el verde comenzó brotar por todas partes, las nubes negras comenzaron a abrirse y las lágrimas que desde siempre brotaban de los habitantes del país de invierno, de la nada comenzaron a estancarse.
El rey del país oculto, supo del acontecimiento, y decidió ir a ver el lugar donde estaba la milagrosa flor. Lo primero que vio fue al soldado sentado al lado de la pequeñisimo ser. Entonces le dijo:
-¿Por qué no vuelves? ¿Por qué no te levantas de ahí? Ha vuelto la primavera al país gracias a ti. Puedes cortar la flor y llevarla contigo. Será tu premio por devolvernos la primavera.
El soldado respondió:
- No quiero cortar esta flor, solo quiero quedarme a su lado contemplando su belleza.
Entonces el Rey se dio la vuelta pensando para sí: ¿cómo puede un hombre enamorarse de una flor?
Llego la noche y el hombre se durmió muy cerca de la flor Lucia, mientras que esta cerró sus pétalos como adormecida sobre él.


A la mañana siguiente nadie encontró ni a la flor ni al soldado.
Solo noche vio como el adormecido soldado se transformó en un alto álamo que casi tocaba el cielo. Y como la flor lucia creció como una enredadera a su alrededor, abrazándose ambos en una primavera que duró un millón de años.

Manuel.