La burbuja de jabón

¿Quieres algodón? - dijo ella, encantadora; mezcla perfecta entre una chica audaz y una dama britanica.
Si - me oí decir.
Entramos a la burbuja de jabón, cada uno con su algodón de azúcar.
Desaparece a penas me lo llevo a la boca - dije.
No si es muy chori esto - comento ella, y sonrío. Me sentí como niño de 7 años de nuevo.
La burbuja del tiempo voló con nosotros, y todo un gentío dentro. Y retrocedió a otra época. Por una ventana gigante, la multitud miraba, bailaba y se admiraba. Una mujer gritó... luego apareció en la ventana Yuri... Daniela Romo...
Mi amiga subió a un rincón, donde fue vestida entera de blanco; parecía que habia sido coronada como la más linda de la burbuja.
Su cabello danzó en su rostro, y yo silencioso, solo la miré...
El rincón de la chica de blanco de pronto se esfumó.
Un hombre gritó con fuerza: Ahora, lo que todos estaban esperando! con ustedes! Pablo Ruiz!!
Las mujeres gritaron, la multitud se agitó. Y la burbuja ahora mostraba la última de sus destrezas; había materializado un recuerdo. Un recuerdo de carne y hueso se paseo por el esenario.
Mi dulce compañera solo miraba en silencio, y yo procuré no romper nunca su quietud.
La ventana mostró más imagenes; el show de Xuxa... De algun lugar saqué un paso de baile que se me había perdido en el tiempo. Ella bailó. Entonces comprendí que realmente era la más linda en toda la burbuja.
Una burbuja llamada Blondie.


***

Chao- dijo ella
Chao - le contesté.
Entonces solo ahora, la fiesta declinó. Me fui a sentar a un rincón, donde otras personas solas, parecían mirar la muerte de la pompa de jabón.

salí a la calle justo en el momento en que la burbuja del tiempo explotó al tocar tierra, y la calle quedo toda sembrada de millones de trozos de momentos. Como cuando uno era niño, y la burbuja de jabón se deshacia en la cara, y se podían sentir las millones de gotitas en la piel; asi quedó la calle, conmigo solitario en ella, caminando en silencio.
Hize un collar de recuerdos con las ruinas de la pompa de jabón; recogí un algodón de azucar que quedó tendido, y un vestido blanco que fue lanzado lejos... y en una esquina, encontré a mi chica con su falda y su pequeña carterita en sus manos. la elegí para coronar mi "collar de momentos"
Ella tomó con la punta de sus dedos su falda, para caminar mejor.
Su recuerdo me acompañó caminando...
Y entonces.
...Amaneció...