Friday, December 18, 2009

Armónica

Tiene la armazon metalica que repelió las balas
de tantas guerras vividas,
en los bolcillos de tantos soldados
que en ella se aferraron
en alguna noche de subita calma.
en medio de tantas bombas

Cuanto miedo apagó,
cuanto Dios invocaste
en el alma retorcida de tantos.

Cuanto consuelo metafisico viajo por el aire
brotando de las manos juntas
tu sonido de beso con ojos cerrados.

Un alma que se pliega sobre si misma en la tarde
tiñe de armonica el mundo,
ese sonido introspectivo
la figura del musico doblado sobre si mismo
besando sus manos juntas
parece que ora al cielo
desde el mundo remoto
de un corazon oxidado.

Cuantas psicosis sanadas en el viaje sonoro
cuanto consuelo hallado de pronto en un templo inmaterial,
cuanta lagrima rodando por el alma..
Vestigio Divino otorgado a los hombres,
cuantas guerras, y cuanta esclavitud hiciste olvidar
en tu sonido mil veces moldeable
como la nube infinita que se dibuja por el cielo.

Cuanta pena has borrado
saliendo del bolsillo de una chaqueta
cuando nadie habia al lado...

He ahi el problema de los hombres,
la transitoriedad de todo,
en todo se nos nota la destruccion
a la que estamos eternamente condenados...

La cintura de mujer apenas alcanza,
como una cura de minutos que un dia está
y luego falta...

Música,
Don del cielo otorgada.
Elemento invisible que no se destruye con nada,
porque no esta hecha de material forma...

Música,
cuanta destruccion en este mundo...

Cuanto vano afán...

Unete a mi,
y no me faltes,
dejame llevarte conmigo
en cuanto paso de por el mundo,
ven en mi bolsillo, en mi bolso que cuelga de mis hombros,
cuanta pena me ha azotado de improviso...
Ven conmigo en la forma mas diminuta y transportable
y perdoname cuando sin ti
me sumerga en nube de humo de cigarro
buscando la vanal cura que como pobre ser humano deseo.

¿me daras de beber un poco de tu santidad?
¿luego de traer el alma con tanta mancha?

Entiendeme un poco,
soy del mundo de las manchas que corroen todo
mi destino es una completa mancha inacabable...

Un hombre que canta en el asiento trasero
de un automovil que se conduce solo en la noche
me esta dulcificando el alma desde un aparato electrico.
Un piano que en la madrugada me ofrece su sonrisa genuina
me invita a borrar todo sueño amargo.
Y cuando lejos de casa me encuentro
en mi bolsillo viaja conmigo
el alma de un Dios olvidado
que tomo entre mis dedos
y beso
y me re arma
y me lleva a viajes
interminables viajes
donde olvido todo
como un paisaje que turbulento
se va difuminando en la lejania

Monday, December 07, 2009

Deificacion



Siempre senti lo mismo con sus besos,
como si yo fuera una laguna estancada,
y sus labios al tocarme la boca,
fuera una gota que cayendo
agitara todo el agua quieta de mi interior.

Nunca se lo dije,
tal vez en ese momento
no estaban disponibles las palabras.

Pero ella miraba en mis ojos
esa agitación.

¿Por qué me pones esa cara?
-decia riendo -
con esa sonrisa que siempre imagine
sería igualita a la risa de Beatriz en el cielo.

¿Qué cara?
decía yo como plegandome sobre mi mismo..

Entonces venía el silencio.
Y sus dedos se acurrucaban,
en los ultimos mechones de cabello
que recaían sobre mi cuello,
y asi jugaba,
mucho tiempo, sin decir nada,
moviendo sus inmateriales dedos.

Tantas veces me recosté en su regazo,
y ella me acomodaba entre sus suaves senos.
y sentía yo que viajaba a una ciudad
que solo podria llevar por nombre
Calma.

Oh, angelica dulzura,
por sospechar que un día no estarías más
te llenaba de halagos.

Y procuraba grabarme tu risa
en todos los rincones de mis sentidos.

Si supieras cuanto decaimiento tengo,
¿tal vez vinieras de nuevo conmigo?

Pero estas lejos.
Todo es asi en el mundo gobernado por el tiempo.
Estamos atados al mismo destino de degradación,
llevamos la misma condena marcada en la mirada.

Todo aquí pasa..
transcurre y se destruye...

Pero tienes que saber,
que algo queda para la eternidad,
si, algo tiene que quedar para lo infinito.

Por algo recuerdo con claridad
cada estancia junto a tu celestial cuerpo.

El Amor es un regalo que no merecen los hombres,
sigo pensando. Y se que no me equivoco.

Amor es una semilla en este mundo
que no germina,
o apenas si, como una flor de tres días...

Lo demas quede para el olvido.

Pero tienes que saberlo.
si...
Lo tuyo y lo mio crece como un bosque dentro de mi,
y asi no para
no para!
por más años que pasan...

Recuerdo

Nubes blancas,
cielo azul.
El viento tibio del verano
toca con dedos de seda todo mi cuerpo.
Los dedos diminutos de mis pies infantiles
se unden graciosos en el barro,
mientras camino con mi barco de plástico,
rumbo a los juegos acuaticos.

Cuando el sol recae en la dulce tarde,
a lo lejos la dulce madre me mira entre resplandores,
llamandome con invisible gesticulación.

Las nubes son blancas,
el cielo azul.
Las manos de esa mujer gigante,
lavan con el agua cristalina mi cara,
mientras el mundo sigue resplandeciendo.

Un dulzor se instala en mi corazón
como un remolino perceptivo,
y me siento seguro de estar viviendo
un momento de paraiso en la tierra.

Un aire divino que pasa,
borra mi ensimismamiento,
mi madre ordena mis cabellos,
en la dulce tarde de nubes blancas.

Saturday, December 05, 2009

XII

Tarde en la noche,
acontece la lluvia metafísica.

Me inunda.

Un cine ficticio que me invento
se llena de un publico de miradas tristes.

Afuera solo llueve...

Enredado en las sabanas,
mi cuerpo descansa,
como una maquinaria desactivada.

En la cámara de los ojos,
estan las manchas de colores estampadas,
que dejo durante el día la luz.
Ahora se derriten, se diluyen
en infinidad de abstracciones.

La lluvia metafísica revuelve todo,
en un verdadero torbellino que me absorbe.

Cuando estoy muy lejos,
el cine ficticio resplandece de colores
resuenan las imagenes del tiempo
y una pelicula transcurre
y se filtra por los ojos de observadores taciturnos.

Mi vida transcurre a lo lejos
como una pelicula languida que fluye

XI

Vago por los rincones de mi conciencia,
por caminos retorcidos me llevan mis pasos,
que van sacudiendo igual que hojas secas
montones de elementos perdidos.

Y mis pies se unden en monticulos de abstracciones,
versos de la Divina comedia,
y montones de bondades vivdas ahora marchitas.

De la arboleda de mis sueños
un viento nocturno arranca las esperanzas,
que huyen por el cielo sin rumbo...
Y yo las veo perderse a lo lejos...

Mientras el tiempo silenciosamente
prosigue destruyendo todo...